Leo a León Felipe y me hierve la sangre de estímulos de esperanza. Sólo un grito así es capaz de ser nombrado poesía, en tanto -y solo en tanto- penetra hasta el estribo y retumba al encéfalo de la inteligencia. La palabra de León Felipe, rayo desgarrador, hiere de muerte a la débil burguesía de la que somos todos pecadores. No es que esté obsoleto, es que su lenguaje se repetirá siempre bajo diversas formas. No es que el comunismo y el fascismo hayan desaparecido. Es que el opresor lo seguirá siendo bajo una careta de corte al revés. Este rayo felipiano rasga los vestidos, bendita sea. Pero seguimos, seguimos igual. Carajo.
"¿Veis? Todo está confundido ya en el mundo, y no es más que desorden. Porque pedís orden nada más, todo es desorden. El lobo se cubre con la piel del cordero. Y a Cristo le representa hoy en la Tierra ese arzobispo tramposo que llena de baba verde la hostia todas las mañanas y luego bendice los aviones de Franco para que asesinen a los niños indefensos de Madrid y Barcelona. Y ved esta paradoja montruosa de los tiempos modernos: el comunismo, que en esencia no debe ser más que amor, amor organizado de una manera política y social, aparece destrozando la cruz; y el fascismo que es sólo odio organizado, nace con la cruz en el pecho de todos sus secuaces y llamando Cruzada a la traición y a la rapiña."
León Felipe, "Que la justicia existe" en El payaso de las bofetadas y el pescador de caña
4 comentarios:
¡Sí se enfadaba, carajo!
¡Y crispábanse sus barbas patriarcales!
La verdad, yo le sacaba a que se me pusiera enfrete enojado.
"Todo es mentira en este mundo, todo es mentira,¿porqué será? "
Hola, Un saludo Justo Medio.
¡Eh, muerte, escucha!
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