una loción Lacoste, pensando que participaría de la felicidad, frescura y ligereza del güey que sale en el comercial.
Pero fui defraudado.
Solamente conseguí un buen olor.
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¿Quién?
- El Justo Medio
- Lector, filósofo y pensador. Que no 'librepensador', pues ésas son putañerías.
10 comentarios:
Chale, yo que venía todo entusiasta a ver qué habías comentado respecto a mi bonito comento, y ná, me topo con lo de la loción Lacoste...
Qué chafa!
Lo siento, Phoenix, pero recuerda que la intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de quien lo lea.
Ja!
Eso no parece, a juzgar por los comentos al Pardo. En fin...
Qué chafa!
Órale ojetes, agárrense, ya llegué!!!
Eso te pasa por comprar Lacoste. Eso es de nuevo rico. Luego te enseño mi loción Channel...
jajajaja
un ejemplo claro de lo que es ser víctima del marketing !!!
debe ser muy buen comercial..., o tu un poco..., mmm...
jaja, lo siento!! me reí muchísimo !!
bueno, siempre puedes hacer como decía el famoso anuncio del metro: 'si quieres una mujer como esta (vease aquí con imaginación una en bikini y con atractivas curvas) tome vitaminas x'. sutil. es mucho más creíble que lo del güey de lacoste.
Buena loción, aunque definitivamente no te pareces al sujeto del comercial.
Espero que no utilices el mismo criterio para otras compras: la publicidad es engañosa, fatal, sutil y hermosamente engañosa...
Pero, ¿a poco no es padre entrar a una tienda cara sabiendo que se va a comprar algo caro? Una buena, infrecuente sensación.
Como cuando entré a Liverpool con los billetes para el iPod en el bolsillo.
(Terminé comprándolo en el centro, pero la visita al centro comercial en tanto que comprador y no sólo espectador lo vale.)
Jajajajaja... que bueno que nos comentas tu experiencia, justamente, de igual manera, pretendía comprar la loción pensando en poder obtener esa ligera y frescura del tipo del personaje. Maldita publicidad engañosa
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