La intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de sus lectores.

lunes, 29 de enero de 2007

La Apuesta

Sir Joseph Noel Paton, Fausto, 1873

FAUSTO.- Si jamás me tiendo descansando sobre un lecho ocioso, perezca yo al instante, si jamás con halagospuedes engañarme hasta el punto de estar yo satisfecho de mí mismo; si logras seducirme a fuerza de goces, sea aquél para mí el último día. Te propongo la apuesta.
MEFISTÓFELES.- ¡Aceptada!
FAUSTO.- ¡Choquen nuestras manos! Si un día le digo al fugaz momento: 'Detente, eres tan bello', puedes entonces cargarme de cadenas, entonces consentiré gustoso en morir. Entonces puede doblar la fúnebre campana; entonces quedas eximido de tu servicio; puede pararse el reloj, caer la manecilla y finir el tiempo para mí.
Goethe, Fausto I

1 comentario:

charp dijo...

Los pactos con el diablo son algo cool.

p.d. aunque soy un germanofílico, creo que prefiero el Fausto de Marlowe o, en todo caso, el de Thomas Mann.