La intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de sus lectores.

miércoles, 2 de julio de 2008

CANACA et al

No es tanto que quiera recurrir al gran lugar común del 'ingenio' para describir la esencia del mexicano. Es solamente que hay evidencias ante las cuales a uno nada más le queda inclinar humildemente la cabeza y rendir pleitesía.

Mucho se ha dicho acerca de la curiosa y kitsch personalidad mexicana. Filósofos tan 'de renombre', como Vasconcelos, Ramos o intelectuales como Paz o León-Portilla han hecho gala de su sensibilidad para conocerse a sí mismos y hablar de lo que son en tanto hombres nacidos crecidos y alimentados en estas tierras del chile.

La comida picante y barroca, las fiestas, el humor, la tristeza, sobre todo la tristeza, el acoholismo, el machismo y el eterno fracaso en los penales son algunas de las características que no pueden faltar en un mexicano que pueda preciarse de serlo. La muerte como una persona que da risa y el color naranja, son también dos pegotes esenciales que el mexicano trae en su espalda sin poder quitárselos aunque haya vivido diez años en Berlín o Madagascar.

Hay momentos y culturas en las que basta con un discurso, una gran obra literaria y un sistema filosófico para poder decir que se ha hecho cultura en el sentido en el que en ese país o región la cultura es cultura. Piénsese en el Fausto de Goethe, en la Fenomenología del Espíritu de Hegel, o en el mismo ingenio chestertoniano. Pero en México es distinto. Todo lo dicho, todo discurso teórico o incluso todo discurso demostrado en la práctica, toda idea y toda explicación son definitivamente superadas por una sola imagen. Códices como el Florentino y la religiosidad popular lo muestran. Para nosotros, el poder de la imagen es total. Somos una sociedad de avanzada, Sartori no vio el futuro, sino que en el caso mexicano vio el puro estado de cosas: el mexicano es un homo videns. Por ello con una imagen he querido mostrar y 'demostrar', en el sentido mexicano de la palabra, la siguiente proposición:



"La hueva es, en definitiva, la madre de todo progreso."




Creo que el creador del artefacto fue el hijo del papá. El que es dueño de la CANACA.
Le salió como en 50,000 pesos, el chistecito.

4 comentarios:

Yarch! dijo...

Sí la hueva es la madre de todo progreso y el ocio la madre de todos los vicios, entonces.....ya me perdí.

Ambrosio Cajinas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La guapa dijo...

Hola, Señor Justo Medio pues apenas me animé a vencer la timidez y a opinar en su blog, yo creo que los mexicanos nos hemos visto obligados a ser de esa manera por un contexto social bien pero bien distinto al de los países que nos pintan en la tele, un tema en el que me puedo clavar ampliamente sin embargo no es el lugar.

Por otro lado leí su comentario respecto al poema de Garcín y una vez le escuche decir a Borges que uno debe entregarse a la literatura, dejarse llevar por el libro, en este caso las líneas son bellas por sí solas capaces de llevarnos a los lugares más melancólicos de Garcín, simplemente hay que volar es hermoso.

Saludos!

Darío Zetune dijo...

Yo más bien pienso que en cuestiones sociológicas, no se puede hablar de una "identidad". Más bien me parece más adecuado el concepto de "espíritu de un pueblo" wolkgeist que no es precisamente una "identidad".

Lo de la imagen, creo que es algo que comparten otras culturas, no sólo es nota distintiva de la mexicana.