La intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de sus lectores.

miércoles, 4 de junio de 2008

Chest y Descartes


Chest, en su más o menos recién traducido y publicado en castellano Herejes, por la respetabilísima casa editorial El Acantilado, señala lo siguiente:

"El hombre del transatlántico ha visto todas las razas de hombre, y está pensando en las cosas que dividen a los hombres: la dieta, la indumentaria, el decoro; anillos en la nariz, como en África, o en las orejas, como en Europa; pintura azul entre los britanos antiguos o roja entre los modernos. El hombre de la plantación de coles no ha visto nada de nada, pero está pensando en las cosas que unen a los hombres: el hambre y los hijos, la belleza de las mujeres y la promesa o la amenaza del cielo."

Esto está en la página 38 de la edición citada y la traducción es de Stella Mastrangelo.

Podría aquí comenzar a decir lo genial que es Chesterton, pero definitivamente no quiero resaltar todas sus virtudes, como el ingenio, el sentido humano y la inteligencia de hacer de una situación normal la más sorprendente. No lo haré precisamente porque es bien sabido que el buen Chest no es ni un gran filósofo ni un gran literato ni un gran intelectual, sino un verdadero gran hombre.

No es necesario hablar aquí de todo lo bueno que Chest provoca en sus lectores, como pequeñas risillas y murmuraciones en el alma. Porque es mejor que todos acudan a leerlo, a leer el humor e ironía tan peculiares de su gran inteligencia. Simplemente me gustaría añadir, al respecto de la frase citada, que creo que es maravilloso creer que un hombre que permanece en su propia aldea es capaz de conocer mejor al hombre que el gran hombre de mundo.
Pero, a propósito del título del libro, quiero también decir cómo Descartes había explicado lo mismo en el Discurso del Método. Había explicado cómo los viajes eran una gran manera de conocer el mundo pero que a la larga uno acabaría siendo extranjero respecto de sí mismo. Por ello quiero decir cómo me da un risilla que el mismísimo Descartes, provocador de la modernidad, piensa exactamente lo mismo que Chest, uno de los grandes detractores de la modernidad. Y cómo en un libro titulado Herejes Chest defienda algo que Descartes, uno de los más grandes motivadores de herejías que ha dado la humanidad, también defiende.

Lo que me da risa es, pues, cómo la serpiente no es que se muerda la cola, sino que tiene otra cabeza en lugar de cola. Lo que habría que aclarar es que Descartes era un gran ingenuo. Mientras que Chest, todo lo contrario.

7 comentarios:

Darío Zetune dijo...

Ay Diegue, ora sí me estás asustando... no me digas que eres del pensamiento reaccionario?

Yo no creo que Chesterton sea, sin más un detractor de la modernidad: sus mismas armas son modernas. La ironía es lo más moderno que hay, así sea usada por los románticos alemanes (y filosofada por Schelegel, pero ese es otro rollo), aunque con el temperamento británico.

Por otra parte, un gran moderno, como Kant, nunca salió de su pueblucho y tiene un pensamiento que ni von Hildebrand.


Pero, además, se puede dar otra interpretación al pasaje que citas. Por ejemplo, la mía: el hombre de mundo, que conoce, que ve las divisones de los humanos, se vuelve realista, en comparación con el idealista que sólo piensa desde sus coles.

Lo que une a los hombres (y a las mujeres?): la belleza (sí, perdón, cuál?, la promesa o amenaza del cielo (dependiendo de qué divinidad, no?), etc. El idealista que piensa que todos en el mundo somos tan uniformes, que podemos responder a un mismo tipo de idea. Una idea que uniforma, que dice qué es lo que une.

El hombre que conoce las diferencias de los humanos no tiene que terminar por ser escéptico, simplemente, entiende que lo que nos une, es la diferencia, de tal manera que esa diferencia llegue al corazón, y entonces uno es extranjero de sí mismo: ya en el mismo late el otro.

Si eso no es posmodernidad (filosóficamente hablando), no se que podrá ser.

Mejor lee a Taylor y sus "Fuentes del yo". Terminándo de leerlo, te darás cuenta de que Chesti no es tan antimoderno (a excepción de su idealización de los niños, esos pequeños "polimorfos perversos". (Freud).

Pajárito fenicio

Darío Zetune dijo...

y digo que ahora sí me das miedo porque primero lo del grupo "Manos a la vida", luego "Viva la vida México" (administrado por una de las más fresas entre las fresas que he conocido, pero bueno...), y ora esto???

Qué sigue? que me digas que trabajas con Rodrigo Guerra?? Dioses!!

La machincuepa dijo...

Cómo puede pensar alguien tan gordo, y para joderla, católico?

guácala!

david-. dijo...

Eso de "murmuraciones en el alma" me parece violentamente genial. Totalmente de acuerdo.

Ambrosio Cajinas dijo...

Estoy de acuerdo con Don Phoenix, Chesterton no es antimoderno, sino moderno... tanto como lo fue Hegel. De hecho pienso que debajo de esa pose de defensor del sentido común se oculta un feroz hegeliano que es el que movía las manos del simpático gordinflón cuando éste escribía. Tampoco le encuentro muchos pies a esa afirmación de que Descartes sea motivación de herejías, salvo que pensemos que la ortodoxia es el torvo materialismo decimonónico de los que se llaman a sí mismos tomistas, o aquella otra herejía, también decimonónica, según la cual el papa es infalible, sucesor de Pedro y otras más invenciones anejas.

La machincuepa dijo...

Se sospecha que el auténtico "pajárito" es un híbrido postmetafísico de subjetividades en deconstrucción y fragmentación que consta de los siguientes personajes: GarcínJuanMa-Pardo-güeroLordChandos-serchPhoenix-Castel alias Lecon y presumiblemente en coalición con la Esponja medievalista-Raúl de Alejandría y Psycoedipo el Iván.

Decididamente descartado está Josemaría Llovet por no ser apto a este humor bloguero.

Lo que no queda descartado es que quizá él complotó para la aparición de la entidad de Jorge Masta hoy desaparecida a fuerza de moderación de comentarios.

Seguiremos informando. Cambio y fuera

tzzzzz....

Anónimo dijo...

Soy un fantasma...