Debemos tener cuidado con criticar, en estos tiempos, cualquier tipo de música.
El iPod nos ha otorgado la posibilidad de llevar miles de canciones en el bolsillo, de manera que las probabilidades de que alguien traiga una pieza de 'danzón' bajo el bolsillo se incrementan. Asimismo se incrementan las probabilidades de que conozcamos a alguien que trae Billy Jean, el soundtrack de Grease o la famosa canción de los bomberos interpretada por Daniela Romo.
Aaaay... recuerdo con nostalgia aquella generación de cantantes (cantantas) mexicanas: Daniela Romo, Yuri, Tatiana antes de dedicarse a la pedagogía. También estaban los hombres: Emmanuel, Chayanne, Paco Stanley ¿? Tanto ese movimiento musical como el Jean Book son dos de los signos más claros de lo que fue las década de los 90.
Ahora, la tecnología popularizada por Steve Jobs gracias al maravilloso diseño de su aparato, ha logrado que cada quien traiga su corazón en el bolsillo. La música se individualiza espeluznantemente y nunca se gozó más en una fiesta que el día de hoy, puesto que nuestro iPod puede musicalizar una fiesta: nuestra personalidad puede darse a conocer a través de la publicitación de los archivos mp3 de nuestro reproductor portátil. Digitalizamos nuestros gustos, nuestros sueños, nuestras metas y nuestras nostalgias. En menos palabras: nos digitalizamos a nosotros mismos y nos portamos a todos lados. Nos escuchamos en audífonos. Pero todo esto adquiere sentido cuando conocemos la posibildiad de poder presumir y mostrar al público lo nuevo del reproductor: lo nuevo de nostros.
Por eso, y muchas cosas más, es necesario desde el día de hoy tener sumo cuidado en la hora de emitir una opinión negativa (léase 'burla') respecto de algún tipo de música. Podemos estar taladrando en lo más hondo del corazón de una persona presente. Si es que esa persona reconoce lo criticado en las playlists de su propio aparato.
La intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de sus lectores.
miércoles, 12 de marzo de 2008
Cuidado con la crítica
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9 comentarios:
Aijos! Todo eso puede ser un ipod!!!
Pensé era solo para poner musiquita, de las buenas, de las mejores y de las malas con todo y Yuri o esta última es de la "piores"? Ya ni sé.
Saludos pues.
Por ejemplo: tener cuidado con criticar veladamente en un blog a quien le gusta la canción de Billy Jean, porque es el caso que me encanta esa canción, tanto como un buen danzón, además de que idolatro a Emanuel. Me cumple decir, pues, que me he sentido ofendido. Aclaro, sin embargo, que el soundtrack de Grease y cosas similares como Timbiriche me parecen detestables. En cuanto al tema, yo no uso el i pod. Alguna vez tuve ganas de comprar uno, pero después de probarlo me di cuenta de que la música comprimida en ese aparatito pierde muchísima fidelidad. Digo, está bueno el I Pod para escuchar a Joaquín Sabina, pero si quieres escuchar a Messiaen, Frank Zappa o Bela Bartok, definitivamente dejarás de escuchar muchas cosas si su música está metida en el I Pod. Y además, opino que Hugo Sánchez, quien por cierto grabó una canción que alguien debe tener en su I Pod, debe salir de la selección.
Bueno, eso les pasa a los snobs. A mi no me da pena que sepan que tengo a Alizee, Fey, Yuri o hasta algunas de Ana Bárbara.
Tons la ventaja es que se acabó la doble moral, por lo menos en ese rubro, ajua!
Pardo, me gusta Timbiriche! No todas, obvio. Me has partío mi corazón, snif.
Escribes, como siempre, con mucha razón. Somos lo que oímos, no completamente, porque también somos cine y libros y maneras de pensar y ropa y autos y todo lo demás.
jaja
saldré corriendo a comprar uno ;-)
Soy un fantasma...
Tatiana no es pedagogía! Nótese que ya me ofende, vamos dando pasos.
Por algo cuándo la gente sabe la música que oigo me pregunta si estoy deprimida, jajaja.
Me gustó la entrada. Hace mucho no pasaba por aquí.
Dame tu iPod y te diré quién eres.
Concuerdo con el Pardo... salí ofendido con lo del Danzón... además creo que el fenómeno que mencionas ya existía, aun sin i-Pod... además, por muchos i-Pods que haya, no creo que ni el 1% de la población en México, tenga uno de estos, y quizá por cada i-Pod, existan 10 reproductores de otras marcas y/o celulares con reproductor de mp3.
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