Mes es meses.
Mesas hechas de meses, sobre las cuales se coloca el tiempo. Mes a mes corren los meses. Uno tras otro, se termina uno y comienza el nuevo. Nuevo mes que me es conocido. Que me es querido y que me escancia cada día, que me estrella meciendo la mesa que me saca de mi rutina. Meses mestizos, mezclados de mezcal y aguardiente. Meses mesurados que me sacian la sed de tiempo. "Me estoy perdiendo la vida", me escriben los mesurados. "Me está importando poco", me estoy viendo decirles.
Meses, mesías que socorren a los treintas, con un día más a cada mes. Me sorprende un mes, que me saca de mis quicios, al durar menos de lo que dura un mes. Sólo un mes, que es mestizo y mesonero, no sólo por ser servido sino por servir. Es el mes más famoso, porque sirve de mesura y me seduce. El amor. Este mes me es extraño y me es ingrato. Pero me es igual con todos los meses que me estrellan con sus vecinos.
Cada mes con su mesada se sirve y me segrega, repartiendo cada mes en unos días y dejando a la mesa lo único que queda al final del mes: el mesolítico pasado que no vuelve y que no es. Por eso me es grato mecerme de nuevo hacia el principio: meses es mes.
¿?
La intención de esto es, únicamente, exaltar la candidez de sus lectores.
miércoles, 24 de octubre de 2007
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6 comentarios:
¿Que es escancia? Disculpa mi ignorancia. Me impresiona tu habilidad para rimar cosas que al final nadie (o solo yo) entiende pero lo padre es que aun que no le haya entendido me gusto.
Lo leí en voz alta, fingiendo acento gachupín --y, extrañamente, con voz grave.
Espero estés bien.
Yo lo leí imaginando a Memo hablando con acento gachupín; no pude evitar reir.
'Escanciar' significa: vaciar un líquido en un vaso o copa. Se utiliza, sobre todo -y cuando algún barroco utiliza esa palabra-, respecto del vino y las copas.
"Este mes me es extraño y me es ingrato..."
me suena conocido, muy conocido...
Así a veces, pasamos algunos meses...
Y sí, esperemos estés bien.
Si algún día pasas por el monumento al emigrante libanés, a un lado de insurgentes y manacar, quizá me veas... es de esos lugares impregnados de meses aciagos y extraños.
Sergio.
Me sé sito cerca de tu escanciar el tintorro que chorros de dulzura amarga regala. Sea.
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