Ahora escribo. Y escribo que escribo, como lo hizo el poeta. Pero tamién puedo escribir que no escribo y entonces lo que escribo será falso. Vacuo, en el sentido de la verdad, pero tal vez bello -sin afirmar que esto lo sea, porque también sería vacuo-.
Ahora he querido escribir algo y pronunciar tecleando ciertas notas literales, no sonoras. Quizás en tí lector, cuando las leas, te venga un retumbar en la caverna capital de cuerpo de manera que coloques en cada letra que lees un sonido asociado a ella y así generes la capacidad de leer en voz alta.
Antes escribía. Y escribía que escribía, como el poeta. Ahora igual, aunque no lo mismo. Porque lo mismo no se puede dar en dos momentos distintos, siempre habrá una diferencia. Sé que esto recuerda a Heráclito, pero también recuerda a las mujeres. Por aquello del cambio ¿no?
Estoy trastornado, débil, confundido.
Ella se ha ido. Eso lo explica todo.
¿No?

5 comentarios:
mmmm, comentario algo entre misógino y machista eso del cambio por las mujeres...
pero si intuyo bien, tiene su razón de ser.
y como diría mi abuelita "gente sin quehacer"
Saludos. Gusto en verlo!
Lee Agua Viva de Clarice Lispector...
Saliste muy bien en la foto, por cierto...
Mal, así nomás.
Sí. Tiene todo que ver, amigo. Por eso necesitas estar con los amigos, como yo, amigo.
Bueno.. oscuro y viajero, me gustó el ir y venir de ideas, y me parece que en efecto pensar que piensas y escribir que escribes puede ser maravilloso o incluso deprimente... y será interesante ver que pasa con leer algo que escribas cuando no escribes... yo que se jajaja
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